Me refiero a Gorafe y su entorno, su desierto, su patrimonio troglodita, su paisaje tan singular.
Pero cada vez que lo hago, descubro más y más. Y disfruto. Y me siento libre. Y el tiempo se para. Y nada importa. Solo la naturaleza y yo. Solo la soledad y yo.
Los últimos rayos de sol acarician sus tierras rojizas.
El color del cielo se une a la tierra.
Y todo se junta. Cielo, tierra, sol y luna. Y ahí, en mitad de todo, en mitad de nada, yo.
Y en mi cuerpo me recorre un escalofrío desde los pies a la cabeza que me deja inmóvil.
Es solo un instante, no dura mucho. Como todo lo bueno.
Intento inmortalizar mi momento. Intento meter este intenso momento en mi cámara para poder compartirlo.
Si consigo estremecerte, lo habré conseguido.