Pasado ya el verano septembrino, nos sumergimos, por el
devenir inexorable del tiempo, en un otoño más.
Y con todos los condicionantes
con que esta poética estación participa en estas latitudes, en el juego de
equilibrio de la Naturaleza.
Los árboles se despojarán de la vestidura liviana de su manto verde para protegerse con los ocres y pardos de su letargo, y así resistir mejor las embestidas de los fríos y vendavales.
Las aguas de sus fuentes y manantiales callarán en su murmullo cristalino y bullanguero del estío, para unir sólo su eco y su silencio al pensativo arrebol de los atardeceres.
Y el suelo, mullido y preparado para la sementera, con heridas de desquebrajo en su costado, ante la tardanza de la lluvia bienhechora. |
Y el cielo, gris y opaco, indiferente al paso del galope de las nubes, cobijando el anhelo tembloroso del plumón de las aves emigrantes. |
Y las sombras de la noche que le ganan la partida a la claridad del día. |
¡Estamos en Otoño!... y en un suspiro pasará el recuerdo.
(Texto: Juan Diaz Casanova)
Enhorabuena... tanto por las imágenes como por el texto
ResponderEliminarGracias, Ricardo.
EliminarHe encontrado en mi padre un buen aliado.
Yo la imagen y mi padre el texto
Enhorabuena.
ResponderEliminarEnhorabuena Juan Manuel. Tengo seguridad de que General Geographic tiene un gran futuro. En serio, las fotos son espléndidas. Para los comentarios punto y aparte.
ResponderEliminarA este poeta y escritor le sienta bien el otoño... aunque esté en pleno verano, en plena cosecha de su producción de la que pronto veremos nuevos brotes.
Enhorabuena de verdad.
Un abrazo
José Miguel
Me alegro que te guste.
ResponderEliminarYa preparamos la tercera entrada. También con el poeta Juan Díaz acompañando la imagen