Sobre la imprecisión de los recuerdos, la riada de las aguas
y la noche aumentaron, aún más, el desconcierto de los ojos.
In misericorde, la linfa de cristal fue cubriendo las tierras en que pisar, los árboles mirando al cielo azul y transparente y los sembrados que formaban el paisaje idílico y acogedor.
El borbotón de las aguas llenó los corazones de los que aquí vivieron y pudieron saborear los sabrosos melocotones, arrebolados de los colores rojo y rosa.
Y llena de sueños y de fantasía, el vuelo de los ángeles alados que quieren alcanzar la gloria de tocar el cielo más de cerca.
Texto: Juan Diaz Casanova
Hola Juan Manuel, muy buen post. El texto y las fotos dan mucho juego, las imágenes son muy evocadoras. Me encantan la de los parepentes, epecialmente las dos primeras.
ResponderEliminarUn saludo, feliz año y muchas fotos.
Gracias. Me alegro que te gusten y que podamos compartir a través de las fotografías, iguales sensaciones.
Eliminarestupendas fotos, un saludo del club de vuelo.
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